miércoles, 1 de agosto de 2007

Minneapolis post 1. Empezamos a lo grande.

Hoy salimos de la Universidad sobre las seis y media de la tarde, la química tiene esas cosas. Cuando pedaleábamos hacia casa, a lo largo de 4th Ave. nos sorprendió ver un montón de ambulancias, coches de bomberos y policía circulando por la calle y, un poco más adelante, una gran nube de humo negro. Por el camino, una amable ciudadana nos informó el motivo de tan extraños fenómenos: media hora antes se había caído el puente de la autopista (la interstate 35W) en el Mississipi.

Como estamos dedicados a nuestros lectores, llegamos a casa, cogimos la cámara de fotos y nos apresuramos a cubrir el evento periodístico. Y una hora depués nos encontramos aquí, transmitiendo la información de primera mano. Mi colega se está encargando en estos momentos de adjuntar la información gráfica correspondiente.

Ahora en serio, ver cómo se ha venido abajo un puente como este, de cuatro carriles en cada sentido, justo en la zona más ancha del río (hay una serie de presas pequeñitas para una central eléctrica) es impresionante, y darte cuenta de que si se hubiese caído un poco más tarde (o si los químicos trabajásemos 8 horas al día) podías estar circulando por él para ir a por la leche, todavía más.
Y el despliegue de medios también es espectacular: helicópteros, barcazas y todos los camiones de bomberos y ambulancias del condado (y de los aledaños). Lo más interesante es descubrir la cantidad de policía (en número y en cantidad de cuerpos diferences) que hay por aquí. No sé si están haciendo algo o no, pero resulta tranquilizador, al menos, ver la cantidad de gente que hay disponible para desplazarse con sirenas y lucecitas hasta el lugar.

No se sabe todavía ni cuántos coches acabaron en el Mississipi ni por qué se cayó el puente (aunque se sospecha que las obras que estaban teniendo lugar estos días sobre el mismo pueden tener algo que ver), así que tendréis que esperar para un informe completo.
Como decía un chico en la tele hace un rato, respondiendo a la pregunta de cuántos coches podía haber en el puente en el momento de la catástrofe: It was rush hour on the 35W, come on!!!
Ahora en la tele, una vez que se han asegurado de que a los niños del autobús escolar que aparece en la foto no les pasó nada, parecen estar muy preocupados por el macroatasco que va a formar la gente que salga del partido de los Twins en el Metrodome (está en Downtown, a unos pocos bloques del río). Será que después de dos horas de hablar del tema sin que haya información nueva, tienen que recurrir a estas cosas para llenar el especial del telediario. ¡Si este fuese el único problema!

Como el fotógrafo borró mi mensaje dándole acceso al blog y no es capaz de entrar, voy a intentar invitarlo otra vez, así que me despido por ahora.

Un saludo, mientras esperamos que la cuenta de víctimas no suba mucho más y que, en lo posible (aunque no es muy probable), esto se quede en un puente roto y en atascos en Dinkitown hasta que vuelvan a levantar la estructura.

Mañana intentaré contar algo más alegre y que tenga relación con mi vida como investigadora en el extranjero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que desmadre, es una pasada vivir una catátrofe así de cerca no?, como estáis? es que me parece un shock grande ver como si las casualidades de la vida no irrumpiesen en el día a día un lugar habitual se convierte en algo muy peligroso que podría haberte ocurrido a ti, es increible.

Me alegro mucho de que no os haya pasado nada, pobre gente al del puente, y que maja es la gente en estas situaciones verdad?

Un abrazo grande.